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El 7 de abril se celebra el Día Mundial de la Salud, una fecha señalada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para concienciar a la población sobre la importancia de cuidarse, física, mental y socialmente para llevar una vida saludable y plena. Este 2024, bajo el lema “Mi salud, mi derecho”, la OMS quiere enfatizar sobre sobre la importancia de la salud que, más allá de ser reconocida por la constitución de 140 países, esté también financiada por estos. Dado que, actualmente, solo 4 de ellos han mencionado cómo financiarla.

Los conflictos armados, la hambruna y la angustia psicológica que sufren hoy día tantas poblaciones; la crisis climática y la quema de combustibles están provocando que el derecho a la salud de millones de persones se vea cada día más amenazado. Para abordarlo, la OMS ha escogido este año defender el derecho a tener acceso a la salud, educación y la información, así como al agua potable, aire limpio, una buena nutrición, vivienda de calidad, condiciones ambientales y de trabajo decente y de libertad de discriminación.

A pesar de los avances de la ciencia médica, millones de personas en todo el mundo siguen sin tener acceso a servicios sanitarios esenciales. Esta situación de desigualdad, a menudo motivada por factores socioeconómicos, afecta directamente a la población, que sufre la aparición de enfermedades y muertes prematuras por falta de sanitarios y de medicamentos.

Para afrontar esta situación es imperativo abordar estas desigualdades fomentando iniciativos para crear un sistema sanitario más equitativo y que preste los servicios para toda la población, independientemente de su situación y origen. Por ello, el acceso a la información médica, los conocimientos sanitarios básicos y entornos favorables son herramientas clave para capacitar a las personas para tomar decisiones fundamentadas para su bienestar, para que busquen la atención médica oportuna cuando lo necesiten.

Para afrontar esta situación es imperativo abordar estas desigualdades fomentando iniciativos para crear un sistema sanitario más equitativo y que preste los servicios para toda la población, independientemente de su situación y origen. Por ello, el acceso a la información médica, los conocimientos sanitarios básicos y entornos favorables son herramientas clave para capacitar a las personas para tomar decisiones fundamentadas para su bienestar, para que busquen la atención médica oportuna cuando lo necesiten.

Fomentar la conciencia sobre la salud mental y combatir el estigma que todavía la rodea puede ayudar a mejorar el bienestar general de la población. El diálogo abierto podría ser la clave para prestar servicios de apoyo y crear entornos inclusivos, que podrían ayudar a liberar la asistencia sanitaria primaria y permitir una mejor atención al paciente.

En este ámbito, las nuevas tecnologías médicas también pueden ayudarnos. Han revolucionado el servicio sanitario, mejorando la salud de los usuarios. Desde la atención médica online hasta los dispositivos portátiles que ayudan a llevar un control desde cualquier parte. Aun así, se debería garantizar el acceso a estos avances tecnológicos para superar la brecha digital y los accesos limitados a internet y las infraestructuras tecnológicas.

El ámbito de la salud, los profesionales que liderarán la próxima promoción de enfermeros que se graduarán el próximo mayo enfrentarán unos retos íntimamente relacionados con el bienestar social, no solo físico, sino mental. La estudiante de último curso de Enfermería de la Universidad de Barcelona, Laura León, está convencida de que lo primordial es acompañar a los mayores y está preocupada por el futuro de los jóvenes ante la baja tasa de natalidad y la congestión en el acceso a la sanidad.

«Es un problema que haya tanta gente mayor y la gente joven, los adolescentes, no se les tiene en cuenta y son una población muy vulnerable y, teniendo en cuenta que hay tan pocos, porque cada vez nace menos gente, y que son el futuro, conviene centrarse en ellos, en que crezcan bien», afirma la estudiante.

Aun así, afirma que ya se están tomando medidas. «Desde los centros de salud están saliendo programas como Salud y Escola, aquí en Catalunya, o Les tardes joves que lo promueven matronas y enfermeras, hacen formaciones y charlas y, en general, están un poco más pendientes de ese colectivo». 

Según la estudiante, el hecho de que la población tuviera más herramientas de conocimiento para poder actuar ante una situación de posible necesidad de asistencia sanitaria es algo fundamental. Aun así, asegura que «tampoco se puede pasar porque ahora toda la población se gestione ella, necesitamos un término medio. Estaría bien que la gente que viene por cualquier pequeña molestia tuviera un cierto conocimiento y acudiera al centro de salud cuando fuera realmente necesario».

Más allá de la necesidad de que la población tenga conocimiento sobre salud, los sanitarios son imprescindibles para garantizar el ese derecho, que la OMS reivindica en este día. De hecho, Laura León, como futura enfermera, considera que «se tendría que contratar más personal porque es un hecho que hay mucha gente que requiere atención y, en proporción, hacen falta sanitarios». Para ello, la formación es clave, y podría serlo también de cara a los objetivos de salud establecidos en los Objetivos para el Desarrollo Sostenible de la agenda 2030. 

Fuente: La Vanguardia

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