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Firma y súmate a esta iniciativa que busca mejorar la alimentación y salud de los hondureños y hondureñas. Con tu apoyo la Ley de Etiquetado Responsable será una realidad.

¿Cuál es el problema?

Honduras enfrenta problemas de desnutrición, pero los niveles de obesidad (20% de los hondureños) y sobrepeso (52% de los hondureños) aumentaron en los últimos años para generar una carga extra al sistema de salud porque se relacionan con enfermedades crónicas no transmisibles.

Cerca del 17% del gasto en salud se invierte en atender diabetes e hipertensión arterial, dos enfermedades vinculadas al consumo excesivo de azúcares, grasas y sodio, lo cual también se asocia a enfermedades vasculares, cardíacas, cerebrales y renales. Estos alimentos deben entenderse según su exceso, no en relación con el consumo moderado y recomendado.

La mala alimentación vinculada a enfermedades no transmisibles se relaciona también con la amplia disponibilidad, asequibilidad y promoción de productos alimentarios procesados y ultra procesados, que contienen cantidades excesivas de azúcares, grasas y sodio.

Si bien los alimentos envasados cuentan con etiquetas que indican su composición nutricional, estas exigen una lectura detenida, por lo que muchas veces comprenderlas y evaluarlas no es tarea sencilla. Esto abarca desde ingredientes que se desconocen hasta tamaños de letras prácticamente ilegibles que no permiten que el consumidor pueda realizar una elección razonada, consciente e informada de lo que pretende adquirir.

¿Qué pedimos?

Una Ley de Etiquetado Responsable se orienta a combatir y prevenir la obesidad y el sobrepeso, como las enfermedades crónicas no transmisibles. que provocan, protegiendo al consumidor mediante la entrega de la información.

Uno de los instrumentos clave para regular esos productos es la utilización de etiquetas en el frente del envase, que indique a los consumidores que el producto contiene cantidades excesivas de azúcares, grasas y sodio.

Una de las soluciones para prevenir las enfermedades no transmisibles depende de la actuación del Estado en la regulación del etiquetado nutricional, orientado a reducir la demanda y la oferta de productos que contengan cantidades excesivas de nutrientes críticos.

Preguntas y respuestas

¿El etiquetado responsable es un problema de salud público?
Sí. Las enfermedades crónicas no transmisibles se originan por un desequilibrio en la alimentación, por lo que un consumidor informado de manera fácil y simple podrá tomar decisiones de compra informadas. Por eso contar con una Ley de Etiquetado Responsable protege el derecho a la salud y el derecho a una alimentación adecuada.
¿El etiquetado responsable prohibe el consumo de alimentos?

No. El propósito del etiquetado responsable es informar a los consumidores de una manera rápida, correcta y sencilla si el producto tiene una cantidad excesiva de azúcares, grasas o sodio. No prohíbe a los consumidores comprar los productos, solo los ayuda a tomar una decisión informada.

¿El etiquetado responsable es una herramienta educativa?

Sí. El etiquetado responsable suministra información que ayuda a educar a los consumidores acerca del contenido de los productos alimenticios.

¿El etiquetado responsable se centra en lo negativo de los alimentos?

No. La finalidad del etiquetado responsable es informar de manera simple sobre los alimentos que contienen exceso de azúcar, sal y grasas, sin destacar lo «bueno» o «malo» de un alimento, sino que concentrándose en la información nutricional.

¿La Ley de Etiquetado Responsable perjudica la producción y la economía?

No. Por el contrario, son las enfermedades crónicas no transmisibles las que generan un elevado costo económico para las familias y el Estado, siendo el etiquetado responsable una medida costo-beneficio positiva porque provee información de forma clara y sencilla al consumidor, lo que aborda una de las principales causas de la mala salud y muerte: el exceso en el consumo de azúcar, grasas y sal.

El ahorro motivado por salvar vidas supera ampliamente el costo de cambiar las etiquetas y, para las familias, implica una reducción significativa en el gasto de medicamentos, lo que es particularmente sensible en un país con una población que supera el 70% de pobreza.

¿El etiquetado responsable implica una inversión elevada?

El etiquetado responsable es una inversión única para las empresas e industrias, que se da solamente al momento de sustituir las placas que se necesitan para imprimir las etiquetas.

Con los productos ya fabricados, se pueden usar etiquetas.

Los productos constantemente modifican sus empaques para hacerlos más atractivos, por lo que no existe realmente una inversión significativa al implementarse una la Ley de Etiquetado Responsable.

¿El etiquetado responsable es bueno para la economía nacional?

Sí. Está demostrado que el etiquetado responsable ofrece una oportunidad para que las empresas desarrollen y amplíen la demanda y oferta de alimentos saludables, no afectando sus resultados financieros.

También brinda la posibilidad de que nazcan nuevas empresas que atienden las demandas de alimentos saludables, generando nuevos empleos para la gente.

¿El etiquetado responsable perjudica el libre comercio y la producción nacional?
No. El etiquetado responsable no es un obstáculo para el libre comercio.
Chile, Israel, México y otros países implementan esta medida y sus socios comerciales se han adaptado porque tanto las empresas como los Estados tienen la obligación de cuidar la salud de las personas.
Esto también brinda oportunidades para los emprendimientos y empresas hondureñas, quienes podrán atender las nuevas demandas de alimentos saludables, lo que permite nivelar la balanza comercial en beneficio del país.
¿El etiquetado responsable beneficia a las empresas?

Sí. La obesidad y sobrepeso no solo perjudica la salud, sino que limita los logros educativos y disminuye la productividad en el trabajo.

El etiquetado responsable permitirá abordar algunas de las causas de la obesidad y el sobrepeso, reduciendo el ausentismo laboral y mejorando la capacidad de aprendizaje.

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