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Honduras se encuentra inmersa en una crisis de salud pública, y gran parte de esta crisis se atribuye al consumo excesivo de azúcar en la dieta de la población.

Un estudio reciente realizado por el Observatorio en Seguridad Alimentaria y Nutricional (Obsan) reveló datos preocupantes sobre la situación nutricional en el país. En 15 departamentos del país, se encontró que el 17.23% de los menores presentan sobrepeso, mientras que el 11.64% sufren de obesidad.

Este incremento en los casos de sobrepeso y obesidad está estrechamente relacionado con el consumo elevado de azúcares, especialmente en forma de bebidas azucaradas, que son populares en Honduras.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que el consumo de azúcares libres no supere el 10% de la ingesta calórica total diaria y sugiere que una reducción adicional al 5% sería aún más beneficiosa para la salud. Sin embargo, en Honduras el consumo de azúcar está muy por encima de estas recomendaciones, lo que está teniendo graves consecuencias para la salud de la población.

Los efectos del consumo excesivo de azúcar se manifiestan a corto, mediano y largo plazo. Desde la resistencia a la insulina hasta enfermedades graves como la diabetes tipo 2 y enfermedades cardiovasculares, el impacto, además, representa una carga significativa para el sistema de salud del país.

Según datos del Instituto Nacional del Diabético (Inadi), más de 1.5 millones de hondureños padecen diabetes, una enfermedad cuyos casos están estrechamente vinculados al consumo excesivo de azúcar. Además, estudios científicos respaldan la relación entre el consumo de azúcares añadidos y un mayor riesgo de mortalidad por enfermedad cardiovascular, lo que subraya la gravedad de la situación.

El problema se agrava con la disponibilidad y el consumo generalizado de productos ultraprocesados, que suelen estar cargados de azúcar y otros ingredientes poco saludables. El estudio del Obsan también reveló que el consumo de frutas y verduras es insuficiente entre los niños hondureños, lo que contribuye a una dieta desequilibrada y poco saludable.

En respuesta a esta crisis, ha surgido el Movimiento Hondureño por la Alimentación y la Salud (MAYS), que aboga por una legislación más estricta en materia de etiquetado de alimentos. Su propuesta de una Ley de Etiquetado Responsable busca proporcionar a los consumidores hondureños información clara y transparente sobre el contenido nutricional de los productos alimenticios.

«Es fundamental que los hondureños puedan tomar decisiones informadas sobre su alimentación y un etiquetado más claro y comprensible es un paso en la dirección correcta», afirman los representantes del movimiento MAYS.

La propuesta de MAYS incluye la implementación de un etiquetado frontal con octágonos negros que alerten sobre el exceso de ciertos nutrientes, como el azúcar, el sodio y las grasas saturadas. Esta medida, respaldada por la campaña Comiendo Mentiras, tiene como objetivo facilitar a los consumidores la identificación de productos poco saludables y promover una dieta más equilibrada y nutritiva.

Es imperativo que tanto los ciudadanos como las autoridades tomen medidas concretas para abordar esta crisis de salud pública. La epidemia de sobrepeso, obesidad y enfermedades relacionadas con el consumo excesivo de azúcar en Honduras no puede ser ignorada y la acción urgente es necesaria para revertir sus efectos antes de que sea demasiado tarde.

La población hondureña puede conocer más sobre la Ley de Etiquetado Responsable en el sitio web www.comiendomentiras.com  

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